jueves, 16 de agosto de 2007

Osadía

Termino de escribir sobre la adrenalina extraviada, y aparece esto. Un homenaje a la osadía. Por lo que dice aquí, los gallegos parecen saber de qué se trata. Porque el problema el gol no es el gol en sí, sino haberse imaginado la posibilidad de ese gol. Hay que ser muy infantil, en el total sentido del término, para imaginarse la posibilidad de un gol así. Sé osado, creo que dijo Goethe, y tendrás tu recompensa. Debe haber algo más que la osadía para ser recompensado, pero yo no lo sé. O por lo menos debe ser una osadía sin especulación, se me ocurre ahora. O con una especulación no establecida por el resultado final de la ejecución de la osadía, sino regida por el simple placer de llevarla a cabo.

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